
Es muy probable que la HG se deba a varios factores,
que pueden diferir en cada mujer. Nuestra investigación sugiere que la HG puede
ser genética en algunos casos. Sea cual sea la causa real, no es tu culpa: tú
tienes poco o ningún control sobre las náuseas y los vómitos. El estímulo del vómito se origina en varias
áreas corporales, incluyendo el estómago y los intestinos, pero se controla en
una zona del cerebro conocida como centro del vómito. El estrés emocional y
físico empeora el vómito, pero no es la causa. Algunos de los factores que
contribuyen a la HG están relacionados con las numerosas fluctuaciones
hormonales del embarazo a las que tú podrías ser más sensible.
Estos son algunos de los cambios que agravan la HG:
- Alteración del sentido del gusto
- Susceptibilidad al movimiento y a la luz
- Lentitud en la salida del estómago de la comida
- Concentración de ácido en el estómago o reflujo
- Aumento del sentido del olfato
- Insuficiencia de líquidos o nutrientes
- Cambios rápidos en los niveles hormonales
- Salida del contenido estomacal
- Estrés emocional y físico
- Deficiencia de vitaminas y electrolitos
2. ¿Se repetirá la HG en todos mis embarazos?
Los estudios varían, pero la mayoría concluye que casi
todas las mujeres vuelven a tener HG en futuros embarazos. Nuestra
investigación determina que más del 75% de las madres vuelve a tener HG y
aquellas con HG en más de uno probablemente en todos los demás embarazos.
Parece que también se repite en lo que se refiere al patrón y a la severidad,
aunque no siempre. Para algunas mujeres, se agrava con cada embarazo y quienes tienen
madres, abuelas o hermanas que hayan padecido HG con frecuencia sufren al menos
algo de náuseas y vómitos.
En la mayoría de las mujeres la HG empieza 6 semanas
después de la concepción. Generalmente las náuseas y los vómitos se alivian
después del primer trimestre y terminan antes de la semana 20ª de gestación o
hacia la mitad del embarazo. Entre un 10% y un 20% de las madres, no obstante,
tiene náuseas y vómitos hasta el parto, aunque habitualmente menos severos. Si
has tenido HG en un embarazo previo, es probable que siga el mismo patrón de
duración y severidad.
Debido al riesgo que supone manifestar que es seguro
el uso de un medicamento durante la gestación, pocos fabricantes farmacéuticos
dirán que sus medicinas se destinan a su uso durante el embarazo o para tratar
enfermedades del mismo, como la HG. Los
médicos tratan la enfermedad con medicamentos considerados seguros por haber
sido empleados contra las náuseas y los vómitos durante décadas. Sin embargo,
un extenso historial de utilización no significa necesariamente que sean más
seguros que los nuevos medicamentos.
Es lamentable que muchos profesionales de la salud
sólo tengan en cuenta medicamentos antiguos, ya que con frecuencia demuestran
ser menos eficaces que los nuevos (Aloxi, Zofran, Kytril, Reglan), especialmente si tienes una HG moderada o grave.
Las medicinas más recientes no son necesariamente inseguras, simplemente no
cuentan con tantos estudios para demostrar su seguridad y pocos obstetras están
familiarizados con su uso y dosificación. Nuestra investigación ha determinado
que el riesgo de tratar la HG con medicamentos nuevos y más efectivos es menor
que el de no tratarla con ningún medicamento, debido a los posibles efectos
adversos de la deshidratación y la desnutrición para ti y para tu bebé.
Sobre todo, has de saber que tratar de forma efectiva
y preventiva los síntomas tempranos en el embarazo, puede hacer menos severa la
HG y disminuir el tiempo de recuperación. Retrasar el tratamiento
hasta después de haber estado vomitando durante semanas, hace más difícil
controlar el ciclo del vómito. Tienes derecho a una adecuada atención sanitaria
y para obtenerla, consulta a otro profesional médico si fuera necesario. Tu
marido o tu pareja pueden hablar por ti si estás enferma. Si pierdes más del 8%
o 10% de tu peso inicial y tu médico es reticente a administrarte una
medicación efectiva u otros tratamientos, es aconsejable buscar una segunda
opinión.
En primer lugar, has de saber que sólo quienes
sobreviven a la HG pueden entender de verdad cómo te sientes. Quizás te
funcionara decirle a la gente que es como tomar comida intoxicada durante
semanas (o meses). La mayoría sabe cuán enfermo y débil te puedes sentir sólo
en unos días o una semana.
Además, no olvides que si te aíslas por la HG, podrías
sufrir depresión y/o ansiedad, especialmente si la HG dura más allá de la mitad
del embarazo o si es muy severa. Algunos medicamentos contra la HG empeoran el
estado de ánimo también. Todo esto es normal cuando estás enferma: no es tu
culpa. Si sientes que estás deprimida y estrategias como aumentar tu red de
apoyos no son efectivas, pídele a tu médico medicación o prueba remedios
homeopáticos. Algunos antidepresivos han demostrado ser seguros después del
primer trimestre, aunque es necesario ser cauto al final del embarazo ya que
algunos medicamentos pueden provocar abstinencia en el recién nacido.
Si vomitas muchas veces al día y pierdes peso, podrías
tener HG. Si no puedes retener agua para mantenerte hidratada, vomitas bilis o
sangre y has perdido más de 0.450 a 0.900 kg en una semana o el 5% de tu peso desde la concepción,
probablemente tengas HG. Con HG puedes tener serias dificultades para asumir tus
responsabilidades diarias y para ir a trabajar durante semanas o meses. Algunas
madres con HG severa tienen problemas incluso para cuidar de sí mismas, como a
la hora de ducharse o preparar la comida. La intervención médica inmediata es
crucial si pasas 24 horas sin retener alimentos y líquidos o si pierdes peso
rápidamente.
Malestar matutino
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Hiperemesis
Gravídica
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Pierdes
poco o nada de peso
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Pierdes de 2 a 9 kg o más (más del
5% del peso anterior a la concepción)
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Las
náuseas y los vómitos no interfieren en tu capacidad para comer o beber lo
suficiente al día.
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Las náuseas y los vómitos apenas
te dejan comer y beber y sin tratamiento médico, te deshidratas.
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Vomitas
poco y las náuseas son esporádicas, pero no graves. Puede causarte
incomodidad y sufrimiento.
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Vomitas mucho y puedes vomitar
bilis o sangre y desarrollar úlceras estomacales. Las náuseas normalmente son
de moderadas a graves y constantes.
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Una dieta
adecuada y cambios en el estilo de vida son suficientes para ayudarte a
sentirte mejor la mayor parte del tiempo.
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Probablemente necesitarás una
rehidratación vía intravenosa, así como medicación para controlar los
vómitos. La nutrición intravenosa podría ser necesaria también, especialmente
si la HG es grave.
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Normalmente,
mejorarás gradualmente después del primer trimestre, quizás con una pequeña
sensación de asco en algún momento del resto del embarazo.
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Generalmente, te sentirás mejor
hacia la mitad del embarazo, pero podrías continuar con náuseas y vómitos el
resto del embarazo.
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Podrás
trabajar y cuidar de tu familia la mayor parte del tiempo, aunque te sientas
más cansada.
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Probablemente serás incapaz de
trabajar durante semanas o meses y podrías necesitar ayudar para cuidar de ti
misma. El aislamiento lleva con
frecuencia a la depresión.
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Podrías
experimentar contracciones prematuras, pero normalmente desaparecen tomando
líquidos y descansando.
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El parto prematuro es mucho más frecuente.
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7. No puedo dejar de vomitar. ¿Debería llamar a mi
médico?
Si no puedes retener más que unos bocados de comida y
unos sorbitos de agua durante 24 horas o
más, si pierdes 1kg o más en una semana, si vomitas sangre, si te sientes débil
o incapaz de caminar, llama a tu médico. Si tienes varios de estos síntomas, podrías
necesitar que alguien te lleve a Urgencias. Tú no conduzcas.
Puedes comprarte Ketostix en una farmacia local sin
prescripción. Estas tiras comprueban tu nivel de deshidratación e inanición. Si
hay cetonas en tu orina (el test es positivo), necesitas líquidos por vía
intravenosa en la consulta del doctor, en urgencias o en un centro médico. Las
cetonas podrían ser perjudiciales para el bebé y la mamá si no se tratan.
Si has estado vomitando durante semanas y comiendo muy
poco, también necesitarás vitaminas por vía intravenosa. A veces, el personal sanitario
se olvida de ellas por lo que es muy importante que tú las pidas. Los
electrolitos y la vitamina B son cruciales dado que se agotan rápidamente con
los vómitos.
Consulta a tu médico si experimentas alguno de estos
síntomas:
- Dolor abdominal, sangrado o calambres
- Dificultad para pensar o para concentrarse
- Dificultad para caminar o hablar
- Fatiga extrema
- Poco o ningún alimento o líquido en 24 horas
- Poca saliva, boca y labios secos
- Fiebre, temblores, ojos inyectados en sangre
- Dolor de cabeza moderada o grave
- Debilidad muscular o calambres severos
- Vómitos y arcadas persistentes
- Náuseas graves que impiden la ingesta de líquido o sólido
- Dificultad para respirar o mareos
- Poca cantidad de orina y muy espaciada (más de 8 horas)
- Orina con sangre, de color oscuro o de mal olor
- Alteraciones visuales y desmayos
- Vómito rojo con sangre o amarillo con bilis
- Pérdida de peso de 0.900kg o más en una semana
8. ¿Puedo evitar que la HG aparezca en futuros embarazos?
Dado que no se conoce el origen exacto y que
probablemente se deba a más de un factor, la HG no puede prevenirse. Sin
embargo, los síntomas son frecuentemente más manejables si se administra un
tratamiento adecuado al principio. A veces la HG es menos grave si planificas
con antelación y te preparas para hacerle frente. Esto implica comer de forma
saludable, tomar antioxidantes y vitaminas
prenatales de alta calidad durante meses, perder peso (en caso de
sobrepeso) y asegurarte de que tu estado de salud es el mejor posible.
Enfermedades subyacentes, como dolencias en la
vesícula biliar o úlceras de estómago, pueden empeorar la HG. Encontrar a un
profesional con experiencia en la HG y que conozca tu historia es crucial.
Antes de quedarte embarazada, diseña un plan basado en lo que funcionó en tu
último embarazo y encuentra a un médico dispuesto a darte la ayuda que
necesites.
En la mayoría de los casos, las mujeres que pierden el
5% o menos de su peso corporal durante el primer trimestre tienen bebés normales. Una alimentación
adecuada es importante para el bebé, pero su necesidad de calorías es mínima
durante los primeros meses. Tu cuerpo tiene un depósito de nutrientes y
minerales. Las vitaminas de alta calidad pueden ser beneficiosas, pero quienes
padecen HG no suelen tolerarlas, sobre todo si contienen hierro. Los estudios
determinan que las vitaminas parecen ser especialmente cruciales durante los
meses previos al embarazo y hasta
aproximadamente la 6ª semana de gestación, cuando el riesgo de aborto natural
es elevado y la espina dorsal del bebé se está formando. En este momento la
necesidad de ácido fólico y antioxidantes es mayor.
Toma tus vitaminas tanto tiempo como puedas. Puedes
probar con vitaminas para poner debajo de la lengua (especialmente vitamina B y
ácido fólico). Las puedes encargar online o en algunas tiendas de productos
naturales. Si has de recibir líquidos por vía intravenosa, asegúrate de que se
añade a la primera bolsa de líquidos un multivitamínico, sobre todo si has
estado vomitando con frecuencia durante más de 2 semanas.
El riesgo para el bebé es mayor si la madre está
deshidratada durante largos períodos de tiempo, si pierde el 10% o más de su
peso anterior a la gestación, si no recibe vitaminas u otros aportes
nutricionales y si es incapaz de ganar peso durante dos trimestres
consecutivos. Obviamente, si la madre desarrolla otras complicaciones, el bebé
tiene un mayor riesgo de presentar a su vez complicaciones. La mayoría de los
estudios, sin embargo, demuestran que las mujeres con HG leve tienen bebés
normales. Las que sufren HG de moderada a grave por un largo período de tiempo,
con demasiada frecuencia reciben un tratamiento inadecuado o inefectivo, lo que
incrementa el riesgo de futuros problemas de salud en el bebé y en la madre.
Existen riesgos relacionados con cualquier medicación
durante el embarazo. Sin embargo, las medicinas que más frecuentemente se
recetan a mujeres con HG presentan normalmente menos riesgos para la madre y el
niño que la deshidratación crónica y la desnutrición. El riesgo suele disminuir
después del primer trimestre o alrededor de la semana 10ª, cuando el bebé ya
está desarrollado, pero si se vomita sin control hasta entonces, la presión en
el cuerpo es elevada y es mucho más difícil detener el vómito. Estas mujeres
tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones y requieren una recuperación
larga. Suelen tener grandes dificultades para cuidar de sí mismas y de su
familia durante meses.
Con frecuencia, la medicación es más efectiva si se
administra al principio porque hay menos deficiencias nutricionales y el estado
general de salud de la madre es mejor.
Podría compararse con el control del dolor. Los profesionales saben que si se
administra medicación para el dolor cuando éste empieza, el control sobre el
dolor es mayor. Lo mismo ocurre con la HG. Las complicaciones son menos y de
menor gravedad si las madres son tratadas a tiempo.
No te alarmes si en el prospecto del medicamento lees
“No se recomienda su uso durante el embarazo”. Generalmente, esto lo añaden las
compañías farmacéuticas para minimizar responsabilidades. Y comenta cualquier
duda a tu médico.
A mí me sucedió en mi primer embarazo sufrí hg y pensé fue lo peor que pude haber pasado en mi embarazo, ahora 12 años después estoy embarazada de nuevo y crei ahora sí disfrutaría mi embarazo, pero no la hg se está repitiendo y peor, apenas me di cuenta de mi embarazo hace una semana! En el proceso embarazo no fue tratado el hg, ahora vivo en USA espero tengan aquí la solución a mi enfermedad!
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