domingo, 9 de junio de 2013

Información útil para quienes te acompañen




1. ¿Qué provoca la HG?

El origen exacto de la HG todavía es desconocido, pero existen muchas teorías. Lo cierto es que se trata de una enfermedad real. Se ha investigado muy poco y a menudo con resultados poco concluyentes o que se limitan a identificar lo que tienen en común la mitad de las participantes en una investigación. Se sabe que los cambios hormonales, la deshidratación, las deficiencias nutricionales y el estrés general que afecta a la química y al funcionamiento del cuerpo contribuyen a las náuseas y  los vómitos durante el embarazo.
Probablemente la HG se deba a varios factores, que pueden diferir de una mujer a otra. Algunas mujeres son más proclives al vómito por una cuestión genética. En cualquier caso,  ella no tiene la culpa; no puede controlar el vómito cuando está embarazada, ni la severidad de sus náuseas. El vómito puede ser estimulado también por cambios provocados por el embarazo en estómago e intestinos. El sufrimiento emocional, por otra parte,  puede empeorar los vómitos, pero no es el origen. En muchos casos las causas de la HG están relacionadas con cambios hormonales producto del embarazo a los que algunas mujeres son más sensibles.
Estas son, en fin, algunas causas conocidas:
  • Alteración del sentido del gusto
  • Sensibilidad de cerebro al movimiento
  • Salida más lenta de los alimentos desde el estómago
  • Incremento del sentido del olfato
  • Insuficientes líquidos o nutrientes
  • Rápidos cambios en los niveles hormonales durante el embarazo
  • Reflujo de contenido estomacal
  • Estrés físico y emocional derivado del embarazo
  • Deficiencia de vitaminas
2. ¿Sufrirá HG en todos sus embarazos?
 
Los estudios varían, pero la mayoría determina que existe una alta probabilidad de sufrir HG en futuros embarazos. Las estadísticas sugieren que más del 50% la padecerá en todas sus gestaciones. Lo mismo ocurre también con el patrón y la severidad, aunque no siempre son constantes. Por otra parte,  aquellas cuyas madres, abuelas o hermanas han tenido HG, suelen sufrir, como mínimo, náuseas y vómitos durante el embarazo.

3. ¿Cuánto dura la HG?
 
En la mayoría de las mujeres empieza entre la 2ª y la 5ª semana de gestación. Las náuseas y los vómitos suelen aliviarse después del tercer trimestre y generalmente se detienen antes de la 20ª semana de gestación o hacia la mitad del embarazo. Sin embargo, hay entre un 10 y un 20% de mujeres que seguirán sufriendo náuseas y vómitos hasta el parto, aunque normalmente menos severos.  Si se ha tenido HG en embarazos previos, está suele repetir un patrón similar de duración y severidad. 

4. El médico dice que no hay nada para trata la HG. ¿Es verdad?

Debido al riesgo que supone manifestar que es seguro el uso de un medicamento durante la gestación, pocos fabricantes farmacéuticos dirán que sus medicinas se destinan a su uso durante el embarazo o para tratar enfermedades del  mismo, como la HG. Sin embargo, debido al sufrimiento y a la debilidad que afrontan mujeres con HG, los médicos tratan la enfermedad con medicamentos considerados seguros por haber sido empleados contra las náuseas y los vómitos durante décadas. Irónicamente, un extenso historial de utilización no significa necesariamente que sean más seguros que los nuevos medicamentos.
Es lamentable que muchos profesionales de la salud sólo tengan en cuenta medicamentos antiguos, ya que con frecuencia demuestran ser menos eficaces que los nuevos (Aloxi, Zofran, Kytril, Reglan). Esto es especialmente cierto cuando se tiene una HG moderada o severa. Las medicinas más recientes no son necesariamente inseguras, simplemente no cuentan con tantos estudios para demostrar su seguridad y pocos obstetras están familiarizados con su uso y dosificación. Nuestra investigación ha determinado que el riesgo de tratar la HG con medicamentos nuevos y más efectivos es menor que el de no tratarla con ningún medicamento, debido a los posibles efectos adversos de la deshidratación y la desnutrición para ella y para el bebé.
Sobre todo, has de saber que tratar de forma efectiva y preventiva los síntomas tempranos en el embarazo, puede hacer menos severa la HG y disminuir el tiempo de recuperación. Retrasar el tratamiento hasta después de haber estado vomitando durante semanas, hace más difícil controlar el ciclo del vómito. Tiene derecho a una adecuada atención sanitaria y para obtenerla, consulta a otro profesional médico, si fuera necesario. Si está muy enferma, necesitará que alguien hable por ella. Si pierde más del 10% de su peso inicial y su médico es reticente a administrarle una medicación efectiva u otros tratamientos, es aconsejable buscar una segunda opinión.

5. Dice que está enferma, pero nunca he visto ninguna mujer embarazada así de enferma. ¿Está exagerando?
 
En primer lugar, has de entender que está realmente enferma y que sólo quienes sobreviven a la HG pueden entender de verdad cómo se siente. Quizás te sirva imaginar  que has tomado comida intoxicada durante semanas (o meses). La mayoría sabe cuán enfermo y débil te puedes sentir sólo en unos días o una semana.
Además, recuerda que las mujeres se aíslan por sentirse enfermas y esto puede derivar en depresión y ansiedad, especialmente si la HG dura más allá de la mitad del embarazo o si es muy severa. Todo esto es normal cuando se está enferma: no es su culpa. Si se siente deprimida, habla con ella y con su médico sobre la medicación o prueba remedios homeopáticos. Algunos medicamentos han sido diseñados para su uso durante la gestación después del primer trimestre.

6. Creo que tiene HG. ¿Cómo saber si lo que tiene es más grave que las típicas náuseas matutinas?
 
Si vomita muchas veces al día y pierde peso, podría tener HG. Si no puede retener agua para estar hidratada, vomita bilis o sangre y ha perdido de 0.450 a 0.900 kg en una semana, probablemente tenga HG. Con HG puede tener serias dificultades para asumir sus responsabilidades diarias y para ir a trabajar durante semanas o meses. Algunas madres con HG severa tienen problemas incluso para cuidar de sí mismas, como a la hora de ducharse o preparar comida. La intervención médica inmediata es crucial para estas mujeres.

Malestar matutino
Hiperemesis gravídica
La pérdida de peso es generalmente inferior a 2 kg.
Pierde de 2.3 a 9 kg o más (más del 5% del peso anterior a la concepción)
Las náuseas y los vómitos no interfieren en su capacidad para comer o beber lo suficiente al día.
Las náuseas y los vómitos apenas la dejan comer y beber y sin tratamiento médico, se deshidrata.
Vomita poco y las náuseas son esporádicas, pero no graves. Puede causarle incomodidad y sufrimiento.
Vomita mucho y puede vomitar bilis o sangre si no se trata. Las náuseas normalmente son de moderadas a graves y constantes.
Una dieta adecuada y cambios en el estilo de vida son suficientes para ayudarla a sentirse mejor la mayor parte del tiempo.
Probablemente necesitará una rehidratación vía intravenosa, así como medicación para controlar los vómitos.
Normalmente, mejorará gradualmente después del primer trimestre, quizás con una pequeña sensación de asco en algún momento del resto del embarazo.
Generalmente, se sentirá mejor hacia la mitad del embarazo, pero podría continuar con las náuseas y/o vómitos el resto del embarazo.
El trabajo y las tareas de la casa pueden resultarle difíciles pero podrá realizarlos cuando las náuseas sean menos severas.
El trabajo y las tareas de la casa serán imposibles durante semanas o meses.  Incluso podría necesitar ayuda para cuidar de sí misma. 

7. No para de vomitar. ¿Debo llamar al médico?
 
Si no puede retener más que unos bocados de comida y unos sorbitos de agua durante 24  horas o más, si pierde 1kg o más en una semana, si vomita sangre, si se siente débil o incapaz de caminar, llama al médico. Si tiene varios de estos síntomas, quizás tendrías que llevarla a Urgencias.
Puedes comprarle Ketostix en una farmacia local sin prescripción. Estas tiras comprueban su nivel de deshidratación e inanición. Si hay cetonas en su orina (el test es positivo), necesita líquidos por vía intravenosa en la consulta del doctor, en urgencias o en un centro médico. Las cetonas podrían ser perjudiciales para el bebé y la mamá si no se tratan.
Si ha estado vomitando durante semanas y comiendo muy poco, también necesitará vitaminas por vía intravenosa. A veces olvidan esto por lo que es muy importante que las pidas. La vitamina B crucial dado que se agota rápidamente con los vómitos y la falta de ingesta. Recuerda, la deshidratación y las cetonas empeoran las náuseas y los vómitos y deben ser supervisadas atentamente.
Consulta a tu médico si experimenta alguno de estos síntomas:
  • Dolor abdominal, sangrado o calambres
  • Dificultad para pensar o para concentrarse
  • Dificultad para caminar o hablar
  • Fatiga extrema y muy poca energía
  • Poco o ningún alimento o líquido en 24 horas
  • Poca saliva, boca y labios secos
  • Fiebre, temblores, ojos inyectados en sangre
  • Dolor de cabeza moderado o grave
  • Debilidad muscular o calambres severos
  • Vómitos y arcadas persistentes
  • Náuseas graves que impiden la ingesta de líquido o sólido
  • Dificultad para respirar o mareos
  • Poca cantidad de orina y muy espaciada (más de 8 horas)
  • Orina de color oscuro y concentrada
  • Alteraciones visuales y desmayos
  • Vómito rojo con sangre o amarillo con bilis
  • Pérdida de peso de 0.9kg o más en una semana
8. Ha tenido HG en su último embarazo. ¿Podemos prevenir que vuelva a ocurrirle? 

Dado que no se conoce el origen exacto y que probablemente se deba a más de un factor, la HG no puede prevenirse. Sin embargo, los síntomas son frecuentemente más manejables si se administra un tratamiento adecuado al principio. A veces la HG es menos grave si se planifica con antelación y os preparáis para hacerle frente. Esto implica comer de forma saludable, tomar antioxidantes y vitaminas  prenatales de alta calidad durante meses, perder peso (en caso de sobrepeso) y asegurarse de que su estado de salud es el mejor posible.
Enfermedades subyacentes, como dolencias en la vesícula biliar o úlceras de estómago, pueden empeorar la HG. Encontrar a un profesional con experiencia en la HG y que conozca su historia es crucial. Antes de que se quede embarazada, diseñad un plan basado en lo que funcionó en su último embarazo y encontrad a un médico dispuesto a darle la ayuda que necesite.

9. No puede comer ni tomar vitaminas y ha perdido mucho peso. ¿Será perjudicial para el bebé?
 
En la mayoría de los casos, las mujeres que pierden peso durante el primer trimestre  tienen bebés normales. Una alimentación adecuada es importante para el bebé, pero su necesidad de calorías es mínima durante los primeros meses. El cuerpo de la madre tiene un depósito de nutrientes y minerales. Las vitaminas de alta calidad pueden ser beneficiosas, pero quienes padecen HG no suelen tolerarlas, sobre todo si contienen hierro. Los estudios determinan que las vitaminas parecer ser especialmente cruciales durante los meses previos  al embarazo y hasta aproximadamente la 6ª semana de gestación, cuando el riesgo de aborto natural es elevado y la espina dorsal del bebé se está formando. En este momento la necesidad de ácido fólico y antioxidantes es mayor.
Dado que la HG hace imposible tomar vitaminas, anímala a tomarlas tanto tiempo como pueda. Puedes probar con vitaminas para poner debajo de la lengua (especialmente vitamina B y ácido fólico). Las puedes encargar online o en algunas tiendas de productos naturales. Si ha de recibir líquidos por vía intravenosa, asegúrate de que se añade a la primera bolsa de líquidos un multivitamínico, sobre todo si ha estado vomitando con frecuencia durante más de 2 semanas.
El riesgo para el bebé es mayor si la madre está deshidratada durante largos períodos de tiempo, si pierde el 10% o más de su peso anterior a la gestación, si no recibe vitaminas u otros aportes nutricionales y si es incapaz de ganar peso durante dos trimestres consecutivos. Obviamente, si la madre desarrolla otras complicaciones, el bebé tiene un mayor riesgo de presentar a su vez complicaciones. La mayoría de los estudios, sin embargo, demuestran que las mujeres con HG leve tienen bebés normales. Las madres que sufren HG de moderada a grave por un largo período de tiempo, con demasiada frecuencia reciben un tratamiento inadecuado o inefectivo, lo que incrementa el riesgo de futuros problemas de salud en el bebé y en la madre. 

10. Su médico le ha recetado medicamentos, pero ¿le harán daño al bebé?

Existen riesgos relacionados con cualquier medicación durante el embarazo. Sin embargo, las medicinas que más frecuentemente se recetan a mujeres con HG presentan normalmente menos riesgos para la madre y el niño que la deshidratación crónica y la desnutrición. El riesgo suele disminuir después del primer trimestre o alrededor de la semana 10ª, pero si se vomita sin control hasta entonces, la presión en el cuerpo es elevada y es mucho más difícil detener el vómito. Estas mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones y requieren una recuperación larga. Suelen tener grandes dificultades para cuidar de sí mismas y de su familia durante meses.
Con frecuencia, la medicación es más efectiva si se administra al principio porque hay menos deficiencias nutricionales y el estado general  de salud de la madre es mejor. Podría compararse con el control del dolor. Los profesionales saben que si se administra medicación para el dolor cuando éste empieza, el control sobre el dolor es mayor. Lo mismo ocurre con los vómitos. Las complicaciones son menos y de menor gravedad si náuseas y vómitos son tratados a tiempo.

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