sábado, 13 de abril de 2013

Estrategias para hacer frente a náuseas y vómitos




Tu principal objetivo cuando sientes náuseas y/o vomitas es conseguir comer y beber lo que sea. Esto podría significar comer cosas no muy saludables, pero no te preocupes. Sólo haz lo que puedas.  Intenta seguir las estrategias que te sugerimos para maximizar la ingesta.


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Los antojos y los ascos pueden cambiar con frecuencia, así que ve probando. Hay mujeres que se han pasado el embarazo bebiendo soda en lugar de agua o alimentándose de comida rápida porque es lo único que toleraban. Si es tu caso, haz lo que puedas y recuerda que esto acabará. Cuando puedas, toma alimentos saludables pero no te sientas culpable si no eres capaz, por ejemplo, de comer verduras:

*      Las comidas sencillas suelen ser muy útiles. Los alimentos en su estado natural (sin procesar) son más saludables. Por ejemplo, manzanas bañadas en mantequilla de cacahuete, leche entera, palitos de queso, tostadas con gelatina 100% fruta, zumo, palitos de zanahoria, patatas al horno, etc. Las comidas elaboradas como la lasaña suelen ser difíciles de digerir y podrían llevar ingredientes que te provoquen rechazo.
*      Piensa en las características de los alimentos que te atraen, como que sean crujientes y dulces, suaves y ácidos, etc., y pide a alguien que te ayude a encontrar comidas que conjuguen esos criterios. Si lo que resulta que te gusta es el pan de canela, cómelo: mejor eso que nada.
*      Prueba alimentos que quizás no te apetecen pero no te disgustan. Por ejemplo, podría no apetecerte zanahoria, pero puedes probar zanahorias dulces de las pequeñas y ver si eres capaz de comer algunas. Esto te ayudará a obtener vitaminas y demás nutrientes necesarios.
*      Prueba a tomar vitaminas por la noche con un snack, a ver si las toleras. Evita las vitaminas prenatales o aquellas que contienen hierro si te provocan más náuseas.
*      No comas y bebas al mismo tiempo si eso te produce náuseas. Tu aparato digestivo va más lento de lo normal y mucho líquido dificulta la digestión.
*      Identifica aquellos alimentos que te provoquen náuseas y vómitos y pide a quienes te rodeen que los eviten. Los causantes más comunes son los picantes, como el ajo o la cebolla. Podrías llegar a olerlos en la piel o el aliento de los demás.
*      Intenta comer de la forma más saludable que puedas. Si el cereal te cae bien, intenta comprarlo endulzado de grano entero en lugar de uno altamente procesado. Así aumentarás el contenido de vitaminas y fibra. Intenta también comer pan integral en lugar de pan blanco.
*      Evita las comidas fritas o grasientas porque pueden afectar al hígado y la vesícula. Tu cuerpo almacena toxinas en el tejido adiposo y una rápida pérdida de grasas implica una rápida eliminación de toxinas que han de ser procesadas por el hígado. Lo ideal es la comida orgánica.
*      Bebe cualquier líquido que te apetezca, pero evita la cafeína. Prueba también con las bebidas carbónicas (como la sidra con gas) aunque las bebidas isotónicas, el zumo (zumo 100% fruta, no esos con azúcar, agua, etc.) y el agua filtrada son los más adecuados.  Los líquidos te mantendrán hidratada, evitarán que te estriñas y mejorarán tu actividad mental.  Congelar el agua y beberla a sorbitos conforme se va derritiendo puede ser una opción atractiva. Filtrar el agua, además, elimina gran parte del sabor que te puede provocar rechazo.
*      Prueba con bebidas frías, que huelen menos. Pide a quienes te rodeen que eviten las comidas muy condimentadas, especialmente, si son calientes.
*      Ten snacks cerca de ti. El movimiento empeora las náuseas y levantarte para prepararte comida podría disminuir tu capacidad de ingesta. Intenta prepararte un plato de snacks que te apetezcan, como fruta picada, queso, galletas, palitos de zanahoria, etc. y ve picando durante alrededor de una hora.
*      Come y bebe en pequeñas cantidades. Cuando el estómago se dilata, las náuseas y los vómitos aparecen. Los bocados grandes también pueden estimular el reflujo.
*      Intenta tomar proteínas. Las investigaciones han demostrado que las proteínas reducen las náuseas más que los carbohidratos.
*      Las comidas líquidas (si las toleras) pueden ser más fáciles de digerir y podrían disminuir las náuseas. Prueba proteína en polvo en batidos o licuados. Para hacer un licuado mezcla fruta congelada, leche, yogur, nueces o lo que te apetezca en las cantidades que prefieras. También podrías congelar el zumo o el licuado en moldes para hacer unos nutritivos snacks. (Recuerda la receta del Baby Shake)
*      Evita en la medida de lo posible aceites hidrogenados, pesticidas, nitratos (presentes en carnes ahumadas, perritos calientes, fiambre), hormonas de crecimiento (en lácteos y aves de corral), sustitutos del azúcar y colorantes o conservantes alimenticios.
*      Sopesa la posibilidad de tomar encimas digestivas cuando comas para obtener el máximo provecho de los alimentos y una digestión más rápida.
*      Encarga comida para llevar. Si tienes antojos, busca algo que te convenza y llama para encargarlo. A veces el antojo sólo dura un rato.

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