La Hiperemesis es, sin
duda, una enfermedad fisiológica. Tratarla como si no lo fuera no ayuda y de
hecho puede ser perjudicial para madre e hijo. Una terapia precoz a menudo
reduce complicaciones y costes. Medicación, reposo absoluto, hidratación
intravenosa y terapias nutricionales suelen ser lo más efectivo contra la HG,
una enfermedad que puede durar toda la gestación con diversos grados de
gravedad. Dado que cada mujer es diferente, es fundamental que las terapias
tengan en cuenta los síntomas de la madre y su respuesta al tratamiento.
Las mujeres que no son
tratadas pueden llegar a interrumpir un embarazo deseado para acabar con el
sufrimiento. A menudo deben afrontar desafíos derivados de tipo psicosocial,
como depresión o ansiedad, que complican la gestión de la enfermedad. La
depresión es consecuencia natural de permanecer confinada en casa (o en cama) y
de ser incapaz de llevar a cabo las actividades diarias más simples, mucho
menos atender a su propia familia. Además, la ansiedad que acompaña a la
depresión, que suele originarse en la idea de vomitar y sentir náuseas sin descanso
y durante horas. Muchas mujeres temen morir y se sienten culpables ante la
posibilidad de dejar morir a su bebé si no se fuerzan a comer, a pesar del
inevitable vómito que vendrá a continuación. Tratar los complejos cambios
psicológicos que causan síntomas tan graves puede presentar muchas
dificultades.
Además, dado que el
origen no está en un único factor, cada mujer responde de forma diferente a los
tratamientos. Por eso, no puede prescribirse una medicación única. Cada vez
está más claro que una intervención proactiva con un plan de tratamiento puede
disminuir la gravedad y la duración de la HG, por no mencionar que evitaría
muchas complicaciones a muchas mujeres.
El reto es encontrar un tratamiento que funcione con cada mujer.
"Una atención adecuada
a mujeres con Hiperemesis grave va más allá del uso de esteroides. Si el vómito
ha sido prolongado, es necesario remplazar la tiamina, posiblemente junto con
vitaminas solubles en agua, con el objeto de evitar la encefalopatía de
Wernicke. Es esta una deficiencia que puede originarse tras la falta de ingesta
de alimentos durante varias semanas. La tiamina es un factor esencial para las
encimas encargadas de sintetizar los carbohidratos y es importante que sea repuesta
antes de administrar estos últimos. Una vez remplazada la tiamina, la
provisión de calorías como Dextrose 10% por vía intravenosa (que proporciona
400 kcal/L) acelera la recuperación. Una acidez importante suele originarse
debido a la regurgitación de ácidos gástricos y ha de tratarse con ranitidina.
Por último, la movilización de la mujer debe hacerse de forma gradual, dado que
el movimiento exacerba las náuseas subyacentes. Dar el alta cuando los líquidos
por vía intravenosa ya no son necesarios, no es algo acertado, dado que esto
puede llevar asociada una pérdida de control, precipitada por el viaje a casa. Una
explicación completa y comprensiva de la enfermedad y un pronóstico probable
también forman parte de la gestión rutinaria".
E. Al-Ozairi, J.J.S. Waugh y R. Taylor (2009). El aborto no es el tratamiento contra una HG grave: gestión eficaz con
prednisolona.
La investigación de la
Fundación HER observó que el reposo absoluto y la hidratación intravenosa son
dos de los tratamientos más beneficiosos contra la HG. Esto no significa que
sean los únicos adecuados, sino sólo que son los más universalmente beneficiosos
para mujeres con HG. En algunos países pueden administrarse líquidos por vía
intravenosa en casa, con bajo coste y un riesgo mínimo. A veces la cobertura del seguro médico incluye
esa hidratación intravenosa en casa, lo que permite a la madre recibir líquidos
de forma continua en lugar de sufrir el ciclo
hidratación-vómito-deshidratación. Este ciclo empeora la HG y retrasa la
recuperación. Muchas mujeres afirman sentirse mucho mejor después de pasar por
urgencias y ser rehidratadas, pero luego vuelven a vomitar y tienen que regresar
después de unos días para que les administren más líquidos. La hidratación
intravenosa en casa evita todo esto. Hay médicos, sin embargo, que no se dan
cuenta de que detener el ciclo de la deshidratación contribuye a evitar el
agravamiento de la HG. Cualquier gestante que produzca cetonas o muestre signos
de deshidratación debe recibir hidratación intravenosa, que incluya vitaminas
preferiblemente. Las vitaminas son esenciales cuando se vomita de forma
prolongada, si queremos prevenir complicaciones.










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